Descamisados, gilets jaunes y sans-culottes.

Notas para organizar una clase y una discusión entre alumnos franceses y argentinos.

La anónima Wikipedia en francés me informa de que la palabra descamisado fue empleada entre 1820 y 1823 en España para designar a la fraction la plus radicale du parti démocratique. El término hacía referencia a los sans-culotte de la revolución francesa.

Wikipedia en español refiere el empleo de la palabra en la década de 1820.

En su sentido actual, la expresión designa las clases populares peronistas. La referencia a los sans-culotte no está ausente en los anales del peronismo, pero es infrecuente.

Los gilets jaunes franceses se ven a veces como modernos sans-culottes.

¿Tiene sentido comparar el movimiento de los gilets jaunes con el peronismo?

¿Tiene sentido comparar el movimiento de los gilets jaunes con la revolución francesa?

Contestar a la segunda pregunta me parece más fácil que contestar a la primera, ya que personalidades eminentes han efectuado la comparación, lo que nos facilita el trabajo: podemos partir de lo que nos dicen.

Pero lo que nos interesa hoy es saber si podemos contestar a la primera pregunta.

Ahora, preguntémonos antes otra cosa: ¿para qué sirve comparar?, ¿por qué comparamos el presente con el pasado, o nuestros presentes con otros presentes?

Una primera respuesta puede ser que si nuestro presente presenta similitudes con el pasado, entonces, el futuro del pasado puede informarnos sobre el futuro de nuestro presente.

Sin embargo, Sophie Wahnich, especialista de la Revolución francesa, nos avisa oportunamente: Personne ne peut savoir où cela va. Cela, es el movimiento de los gilets jaunes. También nos dice Wahnich que el cometido del historiador no es imaginar lo que pueda pasar.

También puede objetarse que comparar una época con Facebook, vehículos motorizados y crisis climática con el siglo XVIII francés para intentar efectuar predicciones es, a primera vista, un absurdo vertiginoso. Para Mathilde Larrère, hablar de revueltas rurales antifiscales no puede significar lo mismo en el siglo XVIII en que la población es esencialmente rural y hoy ; y la fiscalidad señorial y eclesiástica del pasado no es la de hoy, decidida por un parlamento elegido democráticamente.

Si esto es así, si esto es así de evidente, ¿por qué razón dedican tanto espacio los medios franceses a las comparaciones históricas de que estamos hablando?

Así las cosas, parece que quien encuentre de interés comparar al movimiento de los gilets jaunes con la Revolución francesa o con algún otro episodio famoso, no debería mofarse demasiado de este docente, que ha decidido preguntarse con sus alumnos si se puede comparar o no el movimiento de los gilets jaunes con el peronismo.

En realidad, por más que uno oiga con frecuencia aquello de que la Historia nos enseña esto o lo de más allá, nadie piensa que puedan hacerse predicciones no triviales comparando dos acontecimientos históricos.

Yo creo que la Historia es un espacio común que nos permite conversar. El que nos parezca razonable que se compare en la prensa francesa el movimiento de los gilets jaunes con acontecimientos pretéritos acontecidos aquí no es porque lo ocurrido antes pueda informarnos sobre nuestro futuro, sino porque la población francesa conoce mejor la historia francesa que la historia de otros países. La Historia francesa es un espacio en el que nos instalamos para conversar. Como un café que todos conocemos.

Nuestro pasado nos sirve para hablar de nuestro presente. Yo creo que pensamos mejor cuando tomamos distancia con aquello sobre lo que estamos pensando. Tengo la impresión de que necesitamos historias para pensar en lo que queremos entender.

La Historia y las historias -las ficciones- son cosas diferentes. Sin embargo, pudiera ser que tuvieran utilidades sociales y cognitivas análogas. Ni de las historias, ni de la Historia nos es dable extrapolar nada racionalmente. Pero, tanto las historias como la Historia nos ayudan a pensar.

Si en Francia no tiene sentido alguno comparar a los gilets jaunes con el peronismo no es porque el siglo XVIII francés se parezca más al presente francés que el siglo XX argentino, sino por otra razón: en Francia nadie sabe nada sobre el peronismo.

Bouveresse, en su estimulante libro Prodiges et vertiges de l’analogie nos recuerda que no tiene sentido intentar conocer mejor algo comparándolo con cosas de las que no sabemos nada…

La cuestión es si dos personas que tienen conocimientos sobre el peronismo pueden enriquecerse mutuamente ejercitando su razón a través de la comparación del movimiento de los gilets jaunes con el peronismo. Mi respuesta sería que sí.

Y también pienso que jóvenes argentinos y franceses pueden enriquecerse mutuamente comparando ambos fenómenos, al tiempo que los confrontan al tercero que hemos mencionado, el de la Revolución francesa.

De ahí la idea de la tabla siguiente:

Peronismo

Revolución Francesa

Gilets jaunes

movimiento estructurado

presencia de un líder

protestan contra la injusticia fiscal

irrupción de una población periférica en espacios centrales

protesta de trabajadores

protesta de estudiantes

enfrentamiento pueblo-élites

enfrentamientos violentos con las autoridades

Me parece que completarla puede ser una manera de empezar a reflexionar. Lo ideal sería que el trabajo se hiciese con un compañero del otro país.