Acaba de fallecer, en la septentrional Uppsala, Hugo Blanco. Contar su vida es contar la historia del Perú y de América Latina de los últimos cien años. También, acaso, la de un mundo menos vasto hoy de lo que fuera en épocas pretéritas. En sus años postreros, el anciano militante defendía la supervivencia de la especie humana contra le capitalismo extractivista y anhelaba la unión de lucha de pueblos indígenas y minorías oprimidas.
Poco antes de suicidarse, José María Arguedas, escritor mayor y doliente de la causa indígena del Perú, hacía de Hugo Blanco, en una carta que le dirigía a la prisión de El Frontón, el líder futuro de una sublevación indígena, nos cuenta Vargas Llosa, en La utopía arcaica. En este libro, contra el conservadurismo que atribuye a Arguedas, el Nobel defiende el neoliberalismo como vía hacia el desarrollo del Perú. Hugo Blanco le escribió una carta a Vargas Llosa (que puede escucharse aquí) cuando este último recibió el Nobel : no fue para felicitarlo. Les Cahiers AMLHIM publican el intercambio de cartas entre Arguedas y Blanco, en quechua y en español.
En los destinos de Blanco, Arguedas y Vargas Llosa se entrecruzan debates y controversias del Perú, de América Latina y, también, de otras partes del mundo. Sartre y de Beauvoir se movilizaron para salvar la vida del peruano, que corría el riesgo de ser condenado a muerte en su país. También lo harían, unos años después, para salvar a Angela Davies, defensora de la causa negra en EEUU y, luego, de la interseccionalidad, que el FBI consideraba como uno de los principales fugitivos del país. Tanto Blanco como Davies se acercaron a la doctrina de la autodefensa o la practicaron. Cabe pensar que los argumentos a los que recurren los tres peruanos se han encarnado en otras personas, en otras circunstancias, en otras regiones del mundo. Intentar identificarlas es una tarea digna de interés en una clase. También lo es imaginarlas.
Es sabido que nuestra escuela, en gesto de vindicación y desagravio de la figura de Angela Davies, decidió, en los días pasados, agregar al suyo el nombre de la activista norteamericana y llamarse Lycée de Timburbrou Angela Davies. Nuestro gesto es una protesta contra la decisión de la presidenta de la región francesa de Île-de-France de rebautizar al lycée Angela Davies retirándole el nombre que la comunidad escolar había querido dar a su centro.
Nos parece oportuno, en estas circunstancias, añadir al grupo de trabajo que preparamos de larga data sobre Blanco, Arguedas y Vargas Llosa, el nombre de Angela Davies. Confrontar la vida y los combates de Blanco y de Davies, a un tiempo cercanos y tan diferentes, nos ha parecido oportuno.
Invitamos a unirse a nuestro grupo a compañeros del Perú, de Suecia, de Estados Unidos, de Argentina y de todos los demás países del orbe.
Mi nombre es Sebastián Nowenstein, y soy docente en Francia. El de Timburbrou es un lycée que he creado en un mundo paralelo para probar ideas que, cuando puedo, traslado al mundo real.
En el Lycée de Timburbrou, todo es fácil de realizar. Nuestras puertas están abiertas a todos los vientos y a todas las iniciativas. Cada vez más numerosos y transitados son los puentes, pasadizos y pasajes que nos unen al mundo real.
Describo las ideas que estamos barajando.
Documentación.
Estamos recogiendo documentación. No se trata de establecer listas de la abundantísima literatura a la que los tres peruanos o la norteamericana han dado lugar, sino de leer y sintetizar los textos leídos, poniéndonos en posición de ayudar a quienes se acerquen a dichos documentos.
Taller de escritura.
La vida de Blanco contiene materia para una o varias novelas. Una de nuestros talleristas ha imaginado un encuentro entre Davies y Blanco. Otra, que vive en Suecia, ha investigado sobre la huella dejada por el peruano en su país y, más generalmente, en Escandinavia. La escritura, lo ven, puede ser o no de ficción.
Testimonios.
Buscamos testimonios de quienes conocieron a Hugo Blanco.
Consignamos aquí el de David Roca Basadre : Hugo Blanco: el héroe que era piedra y paloma.
También esta entrevista en que Hugo Blanco evoca sobre su recorrido político.