De la aparición de la Virgen de la Macarena en Islandia y de su deseo de que se instituya un concurso de escritura dramática sobre el sufrimiento que le causa el tener que residir en la basílica de la Macarena junto con Queipo de Llano.

Comunicado de prensa.

Soy Esteban Nierenstein, docente en Francia, residente en Bruselas y sevillano de adopción. Por motivos familiares, viajo con regularidad a Islandia, donde ahora me encuentro, en un estado de conmoción que el lector no tardará en entender. Siempre he sido ateo. Publico este comunicado para dejar constancia de que se me apareció la Virgen de la Macarena.

Como mis alumnos lo confirmarán, yo suelo estudiar con ellos la historia de la basílica de la Macarena, iglesia financiada gracias a la expoliación del pueblo sevillano por parte del general Queipo de Llano. Yo siempre he pensado que el propietario legítimo de la basílica es el Ayuntamiento de Sevilla, como representante institucional que es de nuestro pueblo. No ha mucho, escribí una carta a la Hermandad de la Macarena sugiriéndole que restituyese la basílica a su propietario legítimo, pero no obtuve respuesta.

La aparición de la Virgen.

Estando yo sentado en la negra arena de una playa cercana a Reykjavík, vi, de repente, que las aguas se arremolinaban en un lugar en que incidía un rayo de luz dorada que atravesaba el cielo plomizo y bajo. Cesó el viento -algo que no ocurre casi nunca en Islandia- y empezaron a oírse dulcísimos sones.

Fijé mi mirada en el espumoso fulgor que ante mí se formaba, pero me distrajo una voz que me llamaba : ¡Estebaaa », soy yo, Macareeenaa!. Busqué en torno a mí quien pudiera llamarme así en una desolada playa islandesa. Nadie. Volví entonces mis ojos hacia las aguas, y allí estaba Ella, allí estaban Sus ojos castaños, allí Su magnífico manto, allí… también, en sus cuidadas manos, el infausto fajín.

Vino la imagen hacia mí, como deslizándose por encima de las aguas. Apartó el oleaje un tanto el blanquísimo encaje y vi dos ojos negros y vivarachos bajo los pies de la virgen : ¡una foca!1. En llegando a la arena, la Virgen le dio unos toques al animal con el fajín y tras decirle : ¡venga, lárgate de aquí, y llévate esta mierda!, le lanzó la ominosa prenda de Queipo de Llano.

Con su característico meneo, la virgen se me acercó.

Esteban, me dijo, te he elegido a ti entre todos los hombres, porque sólo tú has comprendido mi sufrimiento. Tú, y Laura Jiménez, pero ella no existe más que en tu imaginación,…

Pero, pero, empecé a decir sin atinar a proseguir…

Tú eres ateo, lo sé. Pero solo tú has comprendido mi sufrimiento. A la Hermandad le da igual; a ellos, lo que les interesa, que Dios Me perdone y los perdone, es la marca comercial, vender estampitas, vaya. Solo un ateo puede salvarme. Hace 70 años que convivo con quien causara los sufrimientos más horribles en mi pueblo. Todos los días siento su presencia, todas las noches respiro su pegajoso aliento de monstruo. Todas las noches se levanta, Esteban. Todas las noches erra en el ámbito consagrado reclamando a gritos asesinatos, violaciones y… dinero para mi iglesia. Y todas las noches oigo, también, los gritos de sus víctimas.

Esteban, quiero que me saquen de esa prisión en que la Hermandad me tiene cautiva por inconfesas y terrenales razones. Los muros de la Macarena rezuman terror y sangre. El diablo, más que Dios mora en esa basílica.

Señora, yo… ¿Quién es Laura Jiménez?

Pronto lo sabrás. Cuando vuelvas a la casa de tu hija, encenderás tu ordenador y pondrás en tu blog…

Es que no le funciona el módem…

Ahora sí funciona, se lo hemos reparado. No me interrumpas.

Ah, bueno, vale… pues gracias…

Cuando vuelvas a casa de tu hija, decía, pondrás en tu blog la convocatoria de un concurso de autos sobre lo que es, para una virgen, convivir con Queipo de Llano.

¿Un concurso de qué?

De autos, ¡corchos, Esteban!, de obras de teatro, ¡coño!

… dotado con un premio de 2000 euros.

Oiga, yo…

No te preocupes por el dinero. Los sevillanos lo reunirán sin vacilar. No dudarán en contribuir como buenamente puedan para que se me rescate de este templo del mal. Cuando los de la Hermandad vean representarse, en las plazas y calles de nuestra ciudad, unos autos que pinten muy a lo claro mi sufrimiento, entenderán, como tú has entendido, mi calvario. Me sacarán entonces de esa iglesia para siempre mancillada por el monstruo. ¡Antes en un guardamuebles, Esteban, antes en un guardamuebles que seguir estando donde estoy!

Usted cree que…

¡Calla! Los participantes tendrán que imaginar lo que es pasar una noche con Queipo, entre cuatro paredes…

¿Una sola noche?

Una sola, sí. Cada cual podrá imaginar lo que es pasar 25.187, que son las que llevo con ese bicho. Yo no sé cómo no me he vuelto loca todavía…

¿Esteba’, tu sabe’ porqué a la iglesia de la Macarena la llaman la armeja?

Eh, no, Señora, no lo sé.

Porque el bischo está dentro, ja, ja, ja.

La virgen me sonrió con tristeza y me dijo : hay que conservar el humó, schiquillo…

Y despareció.

Yo voy a ejecutar como pueda Su mandato, pero necesito la ayuda de todos los sevillanos de buena voluntad. ¡Uníos, hijos de Sevilla, y realizad esta obra de caridad que la Virgen os pide! ¡Pongamos, juntos, fin a Su martirio! ¡Organicemos juntos el concurso de autos que la Señora reclama!

1Existe por lo menos un precedente de un viaje a lomo de foca como el de la virgen : es el del célebre Saemundur inn fróði. Puede el lector consultar su historia en islandés aquí o acudir al artículo de wikipedia en español, que no menciona su viaje, pero que nos contiene una valiosa  foto del monumento situado en el campus de la universidad de Islandia que muestra a Saemundur a lomos de la foca.