Policía, realidad y ficción en América Latina.

El nueve de diciembre de 2005, los telespectadores mexicanos asistían a un espectacular asalto llevado a cabo por la AFI, la Agencia Federal de Investigaciones.

Veamos como nos lo cuenta el escritor Jorge Volpi, en Una novela criminal, el libro que dedicó al caso.

¿Qué ven los espectadores que encienden sus aparatos en el canal 2 de Televisa o en el 13 de TV Azteca ese 9 de diciembre de 2005 a partir de las 06:47?

Ven una secuencia de acción que les recuerda un serial televisivo.

(…)

Ven a los heroicos agentes de la AFI mientras se introducen en un patio, en fila india, con el sigilo de quien se resguarda de eventuales francotiradores.

(…)

Ven, con el aliento entrecortado, una exitosa operación policial.

(…)

Ven, sin saberlo, una ficción.

Una ficción meticulosamente construida por la AFI, convertida para el efecto en una agrupación teatral.

Jorge Volpi, Una novela criminal, p 83-84.

Lo que cuenta Jorge Volpi es la escenificación de la detención de Florence Cassez y de Israel Vallarta, que la policía acusa de haber constituido una banda de secuestradores. En realidad, la detención se había producido la víspera, encontrándose los detenidos a bordo de una camioneta en una autopista.

En una novela del escritor peruano Vargas Llosa, tenemos una iniciativa algo similar:

Aunque hicimos buen número de programas sobre el extranjero, la mayoría fueron sobre temas peruanos. Bailes y fiestas, problemas universitarios, centros arqueológicos prehispánicos, un viejo heladero cuyo triciclo, después de medio siglo, seguía recorriendo las calles de Miraflores, la leyenda de un prostíbulo piurano, el submundo carcelario. Descubrimos que La Torre de Babel había llegado a tener una buena audiencia por las recomendaciones y presiones que empezábamos a recibir de personalidades e instituciones diversas para que nos ocupáramos de ellas. La más inesperada fue, quizá, la de la Policía de Investigaciones (PIP). Un coronel compareció un día en mi oficina a proponerme que consagrara una Torre de Babel a la PIP, con motivo de algún aniversario: para que el programa resultara movido, la institución simularía un operativo de captura de traficantes de cocaína con tiros y todo…

Vargas Llosa, El hablador, p 149-150.

El narrador dirige un programa televisivo llamado La Torre de Babel y, como lo vemos, lo que el coronel le propone se parece bastante a lo que cuenta Volpi.

Cuando uno lee el libro de Volpi que acabamos de citar, lo que quizás más sorprenda sea la increíble torpeza y estupidez con que había procedido la Agencia Federal de Investigaciones.

Las declaraciones de su director, Genaro García Luna, y de su adjunto al programa televisivo Punto de partida, que Florence Cassez contradice en directo, parecen surrealistas: la falsa intervención se hizo a pedido de los periodistas, que querían ver cómo había sido la cosa…

¿Cómo puede entenderse que la Agencia Federal de Investigaciones actuase como lo hizo? ¿Cómo puede entenderse que procediese de manera tan burda? ¿Serán, sus directores, además de cínicos, estúpidos?

Bueno, quizás una parte de la respuesta resida en el hecho de que mentir con descaro no siempre tiene las consecuencias que podría pensarse que tiene. Puede ser que los conceptores del falso reportaje de Florence Cassez no hayan sido estúpidos y que al fin y al cabo la maniobra les haya salido bien. Tal vez no sean cínicos y estúpidos, tal vez sean solo cínicos. O puede ser que sean estúpidos y cínicos y que la cosa les salga bien porque a la sociedad no le importa que sean estúpidos y cínicos o porque a la sociedad no le importa que le cuenten mentiras. Tal vez tengamos cierta tendencia a aceptar las mentiras que nos vienen bien.

Genaro García Luna siguió al frente de la Agencia Federal de investigaciones hasta 2012.

Según Forbes, es uno de los diez mexicanos más corruptos.

El libro de Vargas Llosa que hemos citado es una ficción, pero el autor dirigió realmente un programa de televisión llamado La Torre de Babel. El de Volpi es una novela sin ficción, lo que significa que el autor ha completado lo que desconocía con su imaginación, pero nos dice que, cuando es así, nos lo hace saber.

PS (I): Genaro García Luna fue detenido en diciembre de 2019 en Estados Unidos por tres cargos de conspiración de tráfico de cocaína y un cargo por declaraciones falsas, escribe El Diario, información que también recoge El Universal en el vídeo siguiente:

PS (II): Genaro García Luna, siendo Secretario de Seguridad Pública, atribuyó medios considerables a la producción de una serie (una auténtica serie, una auténtica ficción) destinada a glorificar a la Policía federal. Consúltese el artículo que The New York Times dedicara a dicha serie y que alude al montaje de la detención de Cassez y de Vallarta. La Jornada, en su reseña, habla de diálogos involuntariamente humorísiticos. Quien quiera deleitarse con la serie, la tiene aquí.