Una variante de la subordinación de la ley nacional a normas futbolísticas, la produce el ministro cuando evoca no el artículo 6 del reglamento del Barça, sino la ley del fútbol, algo que ha de ser algún tipo de construcción consuetudinaria. Seguramente podrían encontrar cabida en el acervo jurídico del que fuera alcalde de Sevilla la ley de la Semana Santa o la de la Feria de Abril, que el ministro podría llegar a evocar si decidiera cursar órdenes para que se prohibiera la oposición al fajín de Queipo del Llano o la crítica del fino, que contiene bastante alcohol.
La ley del fútbol no forma parte de la Legislación vigente sobre violencia en espectáculos deportivos.