Vargas Llosa dice que el escritor revela una verdad más profunda que la del historiador.
También afirma que cuando el historiador contradice al escritor, lo hace para corregir minucias.
Declara asimismo que lo que perdura en el gran público, es la visión del escritor.
Si esto es así, la situación es preocupante. Es preocupante que la gente tenga en sus mentes las versiones propias de revistas de temas ligeros que da el Nobel peruano de las dictaduras dominicana de Trujillo o guatemalteca de Castillo Armas.