Comisión de Seguimiento y Control de la Empresa Pública RTVA. Carta a la señora Botella Serrano y al señor Pérez Moreno. Caso Antonio Pastor Martínez.

Señora María Jesús Botella Serrano, presidenta de la Comisión de Seguimiento y Control de la Empresa Pública RTVA
Señor Pérez Moreno, miembro de la misma comisión,
Soy docente en Francia y estoy trabajando sobre el caso del falso deportado Antonio Pastor1 Martínez que un documental2 difundido por Canal Sur y galardonado con el premio 28 de febrero de 2002 presentaba como auténtico. Busco constituir un dossier sobre este asunto para darle luego la mayor difusión posible entre compañeros franceses y españoles con el fin de que reflexionen nuestros alumnos sobre los medios de que dispone la sociedad para desvelar la impostura y establecer la verdad histórica, así como sobre el hecho de que, en el caso mencionado, aquellos a quienes incumbía dicha función no cumplieron con su cometido. ¿Será pertinente generalizar a partir de este caso para concluir que son estos medios únicamente decorativos, que la universidad, la investigadores, la prensa o las comisiones de control no ejercen su función sino que fingen hacerlo? Velado  o implícito, este tipo de cuestionamiento aparece en nuestros alumnos. Darle un tratamiento racional y una respuesta forma parte de nuestro cometido de docentes3.
La responsabilidad de que la impostura de Antonio Pastor Martínez4 prosperara es, como en muchos fenómenos de nuestras sociedades complejas, difusa: historiadores, periodistas y políticos han contribuido a que se falsease la historia, ya sea dando fe al testimonio de Antonio Pastor Martínez, ya sea absteniéndose de investigar o de criticar la impostura. Cada uno de ellos puede disminuir o atenuar sus responsabilidades insistiendo en las de los demás, pero yo creo que es mi deber de ciudadano y de docente actuar en la medida de mis posibilidades para que cada quien asuma las que le incumben. Mencionemos que, aun hoy, en 2015, la web de la Junta de Andalucía alberga, en su sección dedicada a la educación, un documento5 que presenta como auténtico el testimonio de Antonio Pastor Martínez.
Ante la Comisión de Seguimiento y Control de la Empresa Pública RTVA6 que, a la sazón presidiera usted, señora Serrano Botella, y de la que fuera usted miembro, señor Pérez Moreno, el señor Camacho Ordoñez, que era por entonces Director General de RTVA, calificaba el trabajo de Roberto Sánchez Benítez de excepcional y hacía de él el punto de partida de una serie de acciones del ente en favor de la memoria histórica que, afirmaba, hubiera permanecido en el olvido sin el desempeño de su empresa :

Estos documentales tienen en común el ser un reflejo de nuestra historia reciente. Elaborados al calor de la recuperación de la memoria histórica, Memoria documentada se ha convertido en el testimonio visual y sonoro de una serie de acontecimientos, de personas, de historias, imprescindibles para comprender nuestro presente, nuestra cultura y nuestra realidad social, política y económica; una serie de acontecimientos que podrían, que podían permanecer en el olvido de no ser por esta iniciativa de la Radiotelevisión de Andalucía.

El sacar a la luz estos acontecimientos al calor de la recuperación de la memoria histórica andaluza y del conjunto del país ha permitido, además, rescatar, cuando no descubrir, acontecimientos, personas, historias, en definitiva, que el paso del tiempo había nublado de la conciencia colectiva de los andaluces y andaluzas, tergiversándolos a veces o dándoles una orientación distinta a la que realmente fue.

RTVA no parece haber rectificado el error, ni haber sancionado públicamente al periodista. Tampoco se le retiró el premio 28 de febrero, que, se supone, recompensa el profesionalismo. Precisemos que el relato de Pastor Martínez presenta tales incoherencias que hubiera bastado con efectuar algunas comprobaciones mínimas para dudar de su calidad. El periodista no parece siquiera haber leído un documento que presenta a la cámara como prueba fehaciente de la estancia del señor Pastor en el campo de Mauthausen y de su ulterior y pintoresca liberación y que en realidad viene a desmentir las afirmaciones del testigo:

Uno de los momentos cruciales del documental se alcanza cuando se trata la peculiar liberación de APM del campo de Mauthausen. Se atribuye ésta a la intervención del padre Mamun, capellán del Vernet. Esto afirma la locución mientras se muestra un documento al que ya nos hemos referido anteriormente, que en realidad desmiente dichas afirmaciones: A través de esta carta, el cura del campo del Vernet, a quien [APM] conoció gracias a la música, logró su salida de Mauthausen y un salvoconducto para su regreso a España. Resulta incomprensible que la lectura de este escrito (que nada tiene que ver con Mauthausen) no planteara reparo alguno a los autores de este documental a la hora de presentarlo como el documento que permite su liberación.

La impunidad de que gozara y goza el autor del documental parece haberlo llevado a la osadía descomunal de efectuar las siguientes declaraciones:

Señor Roberto, ¿por qué la televisión está llena de violencia y sufrimiento? Créame que usted es de los pocos que no incurre en estas cosas.

Muchas gracias Raúl. Creo, como tú, que las personas que salimos en televisión debemos de ofrecer la mejor de nuestras sonrisas a los demás. Es un privilegio trabajar en lo que te gusta y, mucho más, en Andalucía. Mis amigos y familiares me dicen que suelo ser de los que siempre veo la botella medio llena en vez de medio vacía. En un documental que hice para el programa 60 MINUTOS sobre los supervivientes andaluces del campo de concentración de Mauthausen me sorprendió comprobar que a los protagonistas les mantuvo vivos ser optimistas, no perder la esperanza, ni la sonrisa. Por cierto, 60 años después de haber sufrido el holocausto (sic) no guardaban ningún rencor a nadie. Admirable. Creo que en esta vida, estamos para ayudar a los demás. SALUD AL DÍA y TECNÓPOLIS son programas informativos con un marcado carácter de servicio público. Gracias por tu apoyo y ánimo Raúl. Un abrazo.7

Aquí, el desprecio por la verdad, por el espectador, por Canal Sur alcanza lo infame. El identificarse a la imagen de unos deportados optimistas y sonrientes para favorecer la promoción de sí o de unas emisiones de televisión, el pretender que los que sufrieron el holocausto no le guardan rencor a nadie es algo que, de por sí, constituye una infamia. Recordar que quien habla es el autor de un documental que es una falsía y que es en dicha falsía en la que se apoya, presentándola como un trabajo serio, es un escándalo absoluto que sobrepasa, localmente, los refinamientos de la pesadilla orweliana. Y el que el insulto a la memoria de los andaluces víctimas de la barbarie nazi y franquista que representa la confiscación de su historia y su deformación y falsificación8 se hiciera, al calor de la memoria histórica, como dice el señor Camacho, da vértigo a nuestra pesadilla. Y la multiplica. Y le agrega la náusea.

Hoy, el que el señor Sánchez Benítez siga ejerciendo en Canal Sur como si nada hubiese pasado significa que, para RTVA, en efecto, no ha pasado nada. Que en dicha empresa no se rectifica el error y se desinforma. Que en ella se considera normal menospreciar al público y conculcar la verdad. Que los métodos más sórdidos valen cuando se trata de promoción y de audiencia. Que se ignoran y menosprecian los principios rectores que la ley 18/2007, de 17 de diciembre, de la radio y televisión de titularidad autonómica9 impone al ente, entre los cuales figura la objetividad, veracidad, imparcialidad, independencia, pluralidad y neutralidad informativas.10

Su comisión no es responsable de no haber detectado las mencionadas declaraciones de Roberto Sánchez Benítez, pero sí debe explicar cómo pudo llegarse a la atmósfera de indulgencia y de impunidad para quienes falsifican y manipulan la historia sin la cual dichas declaraciones o, a lo menos su silente aceptación, serían y hubieran sido inconcebibles. Es, supongo, también responsabilidad de la comisión emplazar a RTVA a que tome las medidas apropiadas que garanticen que dicho ente operará en el futuro en conformidad con las disposiciones legales que reglan su funcionamiento. Espero que cuando difunda el dossier que estoy preparando sobre la cuestión pueda incluir en él una reacción apropiada ante los hechos que expongo.

Publico esta carta en mi blog http://sebastiannowenstein.blog.lemonde.fr/

Los saluda atentamente,

Sebastián Nowenstein.

1La impostura fue desvelada por un artículo de los historiadores Benito Bermejo y Sandra Checa, « La construcción de una impostura. Un falso testimonio de la deportación de republicanos españoles a los campos nazis » http://www.exilioydeportacion.com/impostura.pdf

2Se trata de « Mauthausen, vivir para contarlo », del periodista Roberto Sánchez Benítez. http://elpais.com/diario/2003/03/10/andalucia/1047252145_850215.html

3Permítanme una anécdota para ilustrar esta cuestión. Yo sometí a mis alumnos el caso de Antonio Pastor Martínez y les pregunté qué podíamos hacer nosotros en este asunto, desde nuestra clase, en Francia. La respuesta unánime fue « nada ». Un alumno agregó : « si todo el mundo se mete en todo…, no se va a ningún lado. A los historiadores les toca hacer ese trabajo ». Existe una literatura sociológica abundante que demuestra convincentemente que los mecanismos de control que menciono funcionan imperfectamente. De ella se derivan a menudo conclusiones maximalista y nihilistas que hacen de nuestra vida democrática una farsa. Yo creo que mi función de docente es dar a los disfuncionamientos de nuestra vida democrática una respuesta diferente : la calidad de la misma depende, en parte, del uso que hagamos nosotros, ciudadanos, de los cauces de control que nos da. Ante la desazón que producen ciertos disfuncionamientos, podemos reaccionar con el nihilismo o con la apropiación decidida de los medios de control democráticos para que se activen realmente y cobren vida, haciendo así que dejen de ser meros instrumentos de legitimización social. Se trata, por lo tanto, de hacer lo contrario de lo que sugiere mi alumno : de meternos donde no nos llaman. Es decir, se trata de meternos donde aquellos que detentan el poder no nos llaman, aduciendo que nuestro sentido cívico sí nos llama a entrar ahí y que la ley nos autoriza a hacerlo o incluso, también, nos llama a hacerlo. O sea, que nosotros, docentes, tenemos que proponer, ante el nihilismo y el escepticismo un ejercicio exigente de la ciudadanía. De hecho, los textos legales que reglan nuestro desempeño, tanto en Francia como en España, proclaman altamente esta función y la sitúan entre nuestras misiones primordiales. Véase, por ejemplo, el Artículo L111-1 del Code de l’éducation : « Outre la transmission des connaissances, la Nation fixe comme mission première à l’école de faire partager aux élèves les valeurs de la République. », que tiene su equivalente en la LOE que, en su artículo 1, confía al sistema educativo  « La transmisión y puesta en práctica de valores que favorezcan la libertad personal, la responsabilidad, la ciudadanía democrática, la solidaridad, la tolerancia, la igualdad, el respeto y la justicia, así como que ayuden a superar cualquier tipo de discriminación. »

4Digo « la impostura de Antonio Pastor Martínez » por comodidad. Pero hay una ambigüedad en esa manera de presentar las cosas que es necesario eliminar. En realidad, la impostura no es la de Antonio Pastor Martínez, sino la de todos aquellos que instrumentalizaron los desvaríos de un anciano y de quienes, una vez conocida la verdad, no han hecho nada para restablecerla. Dése pues en lo sucesivo de esta carta dicho significado a las palabras « la impostura de Antonio Pastor Martínez ».

8Estamos hablando de falsificación en el sentido pleno del término : en el mundo de Antonio Pastor Martínez, se sale del campo de concentración del campo de Mauthausen gracias a la carta de un buen cura francés que requiere a un prisionero para que dirija un coro (cf : artículo antecitado de Bermejo y Checa, cf, documento antecitado de la Junta de Andalucía)

9Ley 18/2007, de 17 de diciembre, de la radio y televisión de titularidad autonómica gestionada por la Agencia Pública Empresarial de la Radio y Televisión de Andalucía (RTVA). http://www.juntadeandalucia.es/boja/2007/252/2

10Observo que, en su respuesta al señor director, afirmaba usted, señor Pérez Moreno, lo siguiente : « Señor Director General, un pueblo que no tiene memoria de su pasado, de sus circunstancias, de sus personajes, de los hombres y mujeres que han ido, como decía Machado, haciendo camino al andar, construyendo para bien o para mal lo que hoy somos, no tiene historia y está condenado a repetir lo peor de sí mismo. Y peor aún, si cabe, es cuando se deforma y se manipula la historia, cuando, con la voluntad de hacerlo, se presenta una lectura falsa como si fuese la verdad de lo ocurrido. A esta práctica hemos asistido en muchos momentos de la historia, mundial, española y andaluza, al ocultismo y la deformación de los hechos. ». No dudo de que sabrá usted cumplir con su función de diputado en conformidad con estas certeras palabras.