Carta al profesor Alia Miranda y al catedrático del Valle Calzado. Caso Antonio Pastor Martínez.

Bruselas, dos de enero de 2017

Estimado profesor Alia Miranda,

Estimado Catedrático  del Valle Calzado,

Soy docente en Francia y me permito escribirles en relación con la obra La guerra civil en Castilla-La Mancha, 70 años después: actas del Congreso, de la que fueron ustedes coordinadores1.

Figura en dicho libro un capítulo titulado Cuéntame cómo pasó, en que dos docentes, Ana Camarasa Parra y Elena Ramírez Padilla, dan cuenta de un trabajo de historia oral realizado por ellas con alumnos de su instituto, el IES José Conde García, de Almansa. Las autoras escriben que la idea del proyecto tuvo su origen en la conferencia dispensada por Antonio Pastor Martínez, un almanseño superviviente del campo de exterminio nazi de Mauthausen, cuyo testimonio, agregan, conmovió profundamente a profesores y alumnos.

Antonio Pastor Martínez dispensó su conferencia el 16 de diciembre de 2002. El trabajo de las profesoras Camarasa y Ramírez fue realizado durante el curso 2002-2003 y se prolongó, ampliándose, según entiendo, hasta 2005. En este año, en el mes de julio, el proyecto fue premiado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla la Mancha. El libro del que son ustedes coordinadores se publica en 2008.

Antonio Pastor Martínez falleció el 18 de mayo de 2005. Poco después, se produjo cierta polémica, pues los historiadores Benito Bermejo y Sandra Checa habían demostrado que la presencia de Antonio Pastor Martínez en Mauthausen había sido una impostura2.

He consultado el trabajo de las profesoras Camarasa y Ramírez en Google Books, lo que ha tenido por efecto sustraer a mi examen algunas partes de su artículo. La conclusión provisional a la que llego es que el trabajo publicado obvia la revelación de la impostura de Antonio Pastor Martínez. ¿Es ello exacto ? ¿Tendrían ustedes la amabilidad de transmitirme la totalidad del texto ?

El caso de Pastor Martínez es incómodo y revelador. Yo lo abordo en mis clases tras haber estudiado el relato de Borges Tema del traidor y del héroe. Uno de los objetivos que busco es el de suscitar una reflexión sobre la tensión que puede aparecer entre la búsqueda de la verdad y el deseo de preservar un mito. Tal vez, lo singular del caso de Antonio Pastor Martínez sea la esencial inutilidad de mantener su impostura, existiendo como existen innumerables pruebas de la barbarie nazi y franquista. Paradójicamente, la falta de rigor de quienes contribuyen a fraguar imposturas como éstas tiene por único efecto reforzar a los falsificadores de la historia, que no dudan en instrumentalizarlas para negar crímenes tan numerosos y crueles, como reales y documentados.

No los acuso, señores, de falta de rigor. Pero busco entender ; creo que tal es mi obligación de docente. Indagar cómo, en ciertas circunstancias, puede prosperar una historiografía que se dispensa de corroborar los hechos para sustituirlos por ficciones que la sociedad, o parte de ella, reclama forma parte de las principales y primeras misiones que me confían las disposiciones legales que rigen mi desempeño de docente, las cuales insisten en la necesidad de desarrollar el juicio crítico de los alumnos. El caso de Antonio Pastor Martínez es, en este sentido, emblemático: las innumerables incoherencias de su testimonio no impidieron que un documental galardonado con el Premio del Consejo Asesor de RTVE en Andalucía de 20023 le diese amplio pábulo o que una historiadora prestigiosa como Mercedes Vilanova lo validase. Más grave aun resulta que, tras demostrarse la impostura, no se haya restablecido la verdad desde las instancias que contribuyeron a conculcarla: aun hoy, dos de enero de 2017, en un documento dedicado al público escolar, la Junta de Andalucía presenta como verdadero el testimonio de Antonio Pastor Martínez4. Llevando el cinismo y la impunidad hasta límites inauditos, el autor del documental, Rafael Sánchez Benítez, llega a vindicarlo en 2009, cuando su carácter espurio está ya sobradamente demostrado5.

Estamos ante una deriva peligrosa, señores. Al profesor García Carcel, que lamenta la crítica excesiva de los mitos del franquismo que él y sus compañeros realizaran en su juventud, no se le contesta erigiendo mitos concurrentes, sino con exactitud y deontología6. Nuestro país requiere una historia rigurosa, no construcciones oportunistas. También nos la reclama, esta historia rigurosa, el deber de memoria que tenemos hacia las víctimas de la ferocidad franquista. El de la rigurosa verdad -el de su búsqueda honrada y exigente- es el único homenaje que podemos rendirles.

Quizás no tenga esta carta razón de ser, quizás contengan las páginas que no he podido leer las repuestas a los cuestiones que evoco. De ser así, ¿tendrían ustedes la bondad de indicármelo? Publicaré en breve esta carta en mi blog. Si desean ustedes formular comentarios que la acompañen, les ruego me los comuniquen. ¿Tendrían ustedes asimismo la amabilidad de transmitir esta carta a las profesoras Camarasa y Ramírez, cuyas direcciones electrónicas no he podido procurarme?

Me permito transmitirles un enlace hacia una página que recoge algunos textos que he publicado sobre el caso Antonio Pastor Martínez: http://sebastiannowenstein.blog.lemonde.fr/caso-antonio-pastor-martinez/

Los saluda cordialmente,

Sebastián Nowenstein

professeur agrégé

Lycée R. Queneau

Villeneuve d’Ascq

2Un comunicado de ambos historiadores recapitula los hechos : http://www.exilioydeportacion.com/comunicado.htm

5Pueden consultarse los intercambios que he tenido al respecto con el defensor de la audiencia de Canal Sur aquí : http://sebastiannowenstein.blog.lemonde.fr/2016/12/17/mensajes-intercambiados-con-el-defensor-de-la-audiencia-de-canal-sur/.

6Las referencias de estas declaraciones se encuentran en la carta que envié al profesor García Carcel: http://sebastiannowenstein.blog.lemonde.fr/2015/11/21/estimado-profesor-garcia-carcel/