Carta a las asociaciones españolas de magistrados sobre la desprotección de Doñana.

Bruselas, lunes 18 de marzo de 2019.

Carta publicada en http://sebastiannowenstein.blog.lemonde.fr/2019/03/17/carta-a-las-asociaciones-espanolas-de-magistrados-sobre-la-desproteccion-de-donana/

Señoras, Señores,

Soy docente en Francia y estoy trabajando en estos momentos sobre la cuestión de la extracción ilegal de aguas que se produce en torno al parque de Doñana y que contribuye a la desecación de dicho parque natural.

Me permito escribirles pues quisiera recabar su posición sobre dicho problema.

Me llama la atención, en particular, la aparente incapacidad de la justicia española para poner freno a una situación cuya ilegalidad no ofrece en principio ningún género de duda. De hecho, la Comisión europea ha llevado a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión europea por el incumplimiento de sus obligaciones de protección del parque de Doñana.

También me parece de notar la política de regularizaciones masivas por la cual la Junta de Andalucía ha aceptado el hecho consumado de la transformación de tierras forestales en tierras agrícolas. Si recordamos que, en 2012 se regularizaron en Andalucía 250.000 viviendas, podemos tener la impresión de que la infracción, en cuestiones de suelos, no es algo que tenga vocación a desaparecer o, por lo menos, a ser objeto de sanción, sino una situación provisional o pasajera que muda de ilegal en legal con el paso del tiempo, al cabo de tan solo algunos años.

Las llamadas narcourbanizaciones que han estado apareciendo en La Línea, en Sanlúcar de Barrameda o en Algeciras suscitan una particular incomprensión entre mis alumnos y compañeros y, por supuesto, lo que no sorprende, una gran preocupación en la Fiscalía como lo reflejan estas declaraciones que cita el diario El País:

Para el ministerio público, la proliferación de barriadas ilegales de narcos, como las que existen en La Línea, Algeciras o Sanlúcar de Barrameda, crea “una situación que se retroalimenta, pues a mayor número de construcciones ilegales, más se concentra y cronifica el problema, estableciéndose guetos en los que los traficantes campan a sus anchas, dificultando enormemente la labor policial en la zona”.

¿No resulta difícil, en estas condiciones, que el ciudadano integre o haga suyo el imperativo moral de respetar la ley?1

Si tuvieren ustedes a bien indicarme cuál es su posición sobre la cuestión de los pozos ilegales en torno a Doñana y, más generalmente, sobre la dificultad de que se mantenga el imperio de la ley en las cuestiones de suelo, publicaría la misma en este blog para su difusión entre los compañeros europeos y franceses que deseen abordar estos temas con sus alumnos.

Los saluda atentamente,

S. Nowenstein,

professeur agrégé.

http://sebastiannowenstein.blog.lemonde.fr/2019/04/10/donana-une-synthese/

1La tarea de la justicia puede parecer titánica, como se percibe en esta entrevista, que data de 2009, de quien fuera a la sazón coordinador de los fiscales andaluces de medio ambiente, Ángel Núñez: https://www.publico.es/actualidad/demolicion-imperio-ley-queda-suelos.html