La historiadora colombiana Lina Britto escribe:
El politólogo Ariel Armony, hace años documentó cómo el apoyo de Israel a la dictadura argentina fue crucial para el papel que esta cumplió en el escalamiento de las guerras civiles de Centro América. Mientras el estado de Israel invadía el sur del Líbano a mediados de 1982, el nexo con Argentina hizo posible los ataques sistemáticos a civiles de los contras en Nicaragua, el genocidio del pueblo maya-k’iche’ ordenado por Efrain Rios Montt en Guatemala y la fútil guerra de la junta militar de Leopoldo Galtieri contra Inglaterra en las Malvinas.
Colombia e Israel, una historia íntima, https://www.elespectador.com/el-magazin-cultural/colombia-e-israel-una-historia-intima/
La colaboración entre Israel y la dictadura militar argentina es singular. Era, el de los militares argentinos, un régimen marcado por el antisemitismo. Entre sus víctimas figura un número desproporcionado de judíos. Estos, según varios testimonios, eran tratados con una especial crueldad por militares y paramilitares que se referían a la ideología nazi y gustaban de sus símbolos:
Repressors tended to be particularly sadistic toward the victims of Jewish origin. Such cruelty seems to have derived from the diffuse levels of anti-Semitism in various sectors of Argentinean society,s particularly among the armed and security forces.9 In the latter case, this was linked to the Doctrine of National Security, which, along with French and US influences, was also influenced by post-1918 German ideas geared to the need to wage a total waragainst the internal enemy. «
From Argentina to Israel: Escape, evacuation and exile, https://www.jstor.org/stable/3875690
Según Yitzhak Mualem, la política exterior de Israel tiene como prioridad defender los intereses del Estado. La defensa de los judíos del mundo es, respecto de este objetivo prioritario, secundaria. Además, el Estado israelí moviliza a la diáspora para fortalecerse a sí mismo:
The State of Israel assists the Jews of the diaspora, but at the same time mobilizes them to strengthen its own Jewish majority group. This foreign policy, therefore, has a hierarchy of goals derived from the basic need to promote first and foremost members of the group in the mother-state, and only secondarily provided assistance to the Jews of the diaspora. «
Between a Jewish and an Israeli Foreign Policy: Israel-Argentina Relations and the Issue of Jewish Disappeared Persons and Detainees under the Military Junta, 1976-1983, https://jcpa.org/article/between-a-jewish-and-an-israeli-foreign-policy-israel-argentina-relations-and-the-issue-of-jewish-disappeared-persons-and-detainees-under-the-military-junta-1976-1983/
Les W. Field escribe algo similar:
Israeli military and political support for the Argentine junta argues for an analysis of Israeli political and ideological alliances that understands those alliances first and foremost about the Israeli state-building project rather than a commitment to defending Jewish people in the world (for an opposing analysis, see Reference Mualem 2004). «
The Colombia-Israel Nexus: Toward Historical and Analytic Contexts, https://www.cambridge.org/core/journals/latin-american-research-review/article/colombiaisrael-nexus-toward-historical-and-analytic-contexts/09B58D46CBCD3DFFD963C7435D5094E5#B37
(Estimo que la posición de Mualem no se opone a la de Field en los dos párrafos citados).
De los artículos mencionados más arriba se deduce que colaborar con un régimen brutal y antisemita era para los dirigentes del Estado de Israel aceptable si dicha colaboración fortalecía a su país o redundaba en su beneficio. Esta posición es coherente con el acercamiento entre Israel y movimientos o gobiernos etnonacionalistas que tienen o han tenido conexiones con el antisemitismo. Una diferencia mayor con la situación actual estriba en que antes esta posición era más o menos vergonzante, mientras que la cercanía de Israel con la extrema derecha es, hoy, asumida. L’Etat d’Israël contre les Juifs, de Sylvain Cypel, describe esta cercanía de manera elocuente:
De l’Indien Modi au Brésilien Bolsonaro, de l’Italien Salvini au Hongrois Orban, en passant par les dirigeants philippin, polonais, autrichien, etc., sans oublier Trump, bien entendu, tous ces dirigeants d’une nouvelle extrême droite internationale hétéroclite, qu’on qualifie d' »illibéraux », mais qui se caractérisent au premier chef par un autoritarisme xénophobe jouissant d’une forte adhésion populaire, tous ont noué des relations de proximité de communauté d’intérêts avec Israël, ce petit État qui a tant à leur apprendre et qui, sur de nombreux terrains, leur a ouvert la voie.
‘État d’Israël contre les Juifs, Paris, La Découverte, 328 p., 2020.
En 2019, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu defendía ante los parlamentarios de su partido la necesidad de fortalecer a Hamas y de transferirle dinero:
Anyone who wants to thwart the establishment of a Palestinian state has to support bolstering Hamas and transferring money to Hamas … This is part of our strategy – to isolate the Palestinians in Gaza from the Palestinians in the West Bank.”
https://www.theguardian.com/commentisfree/2023/oct/20/benjamin-netanyahu-hamas-israel-prime-minister
¿Es esta posición el punto culminante de una deriva que tiene en el apoyo a la dictadura militar antisemita de Argentina un precedente significativo? ¿Está esta sorprendente benevolencia para con Hamas relacionada con la también sorprendente cercanía que describe Cypel?
No es fácil contestar a estas preguntas y resulta claro que las situaciones evocadas son muy diferentes. Es dable, sin embargo, observar que todas tienen algo en común: de respetarse los valores que proclamó el Estado de Israel en el momento de su fundación, nunca se hubieran producido.
Por supuesto, desde sus mismos orígenes Israel desconoció los valores que proclamaba, algo que no le es propio, como lo recuerdan en su manual de derecho constitucional los profesores Troper y Hamon:
« En quatrième lieu, l’opposition traditionnelle néglige l’usage rhétorique que les constituants peuvent faire de formules comme souveraineté nationale ou souveraineté populaire. Il est possible et il arrive fréquemment qu’on les proclame sans autre souci que d’obtenir une adhésion populaire, mais sans aucune intention d’en tirer la moindre conséquence »
Michel Troper, Francis Hamon, Droit Constitutionnel, LGDJ, 33 éd., p 198