Google Prado

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Con el lanzamiento de este proyecto por parte de Google, el Museo del Prado se ha convertido en el primer museo del mundo que facilita el acceso y la navegación por imágenes en mega alta resolución de sus obras maestras a través de Internet. Se podrán apreciar detalles imperceptibles para el ojo humano en cuadros como Las Meninas o Las Tres Gracias.
martes 13 de enero de 2009
El Museo del Prado y Google presentan hoy el proyecto “Obras maestras del Prado en Google Earth”, que permite admirar detalles imperceptibles para el ojo humano de 14 obras maestras de la pintura conservadas en la pinacoteca. Las Meninas, El Caballero de la Mano en el Pecho o Las Tres Gracias son algunas de las pinturas que se han fotografiado y que ya se pueden contemplar en Google Earth activando la capa de Edificios en 3D y haciendo clic sobre el Prado. Google Earth se puede descargar en http://earth.google.es/
Gracias a la iniciativa conjunta de Google y el Museo del Prado, las obras maestras de la pintura que atesora el museo español serán las primeras en poder ser apreciadas y estudiadas desde cualquier rincón del mundo a través de su representación en imágenes gigapíxel. Con esta iniciativa, el Museo del Prado ha querido ser pionero apostando por las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías para la difusión y puesta en común del patrimonio artístico. Las espectaculares imágenes de estas obras, accesibles exclusivamente a través de Google Earth, permitirán a estudiosos y aficionados acercarse hasta los más mínimos detalles y motivos representados, los trazos y pinceladas de cada artista, los dibujos subyacentes, los craquelados del barniz y otros muchos aspectos difíciles de apreciar en la contemplación directa.
La exclusiva tecnología de Google Earth permite la navegación por estas imágenes que, con cerca de 14.000 megapíxeles, ofrecen una nitidez 1.400 veces mayor que la que se obtendría con una cámara digital de 10 megapíxeles. Además, la capa del Museo del Prado en Google Earth incluye una espectacular reproducción en 3D del edificio del Museo.
El proceso para obtener las imágenes comenzó en mayo y duró alrededor de tres meses. Durante ese tiempo se fotografiaron las obras con equipos especiales tomando todas las precauciones necesarias para no perjudicar sus condiciones de conservación. Una vez conseguidas las imágenes (se han hecho más de 8.200 fotografías), se utilizó la tecnología de Google Earth para conseguir el efecto de acercamiento. De esta forma, los cuadros son una capa más del programa, como pueden ser las imágenes de cualquier calle o casa que aparece en Google Earth.
El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, ha hecho constar su satisfacción porque “no hay mejor forma de rendir tributo a los grandes maestros de la historia del Arte que universalizar el conocimiento de sus obras en las mejores condiciones posibles y no hay duda de que este proyecto en Google Earth nos permite avanzar en este objetivo de forma especialmente significativa”.
Por su parte, Javier Rodríguez Zapatero, director general de Google España, ha afirmado que « con la tecnología de Google Earth es posible disfrutar estas magníficas obras como nunca antes se había hecho, accediendo a detalles imposibles de apreciar en la contemplación directa ». « Han sido meses de intenso trabajo para poder conseguir este resultado, verdaderamente impresionante. Además, con este proyecto continuamos con nuestra labor de democratizar el acceso a la información y la cultura, en este caso acercando el Arte a todo el mundo, sin importar en qué lugar se encuentre », concluye.
“Para nosotros ha sido todo un placer haber colaborado estrechamente con la que es la mejor pinacoteca de Europa y una de las principales de todo el mundo para poner a disposición de cualquier persona cuadros como estos. El nivel de detalle de las imágenes, casi microscópico permite estudiar las diferentes técnicas utilizadas por los artistas, lo que el ojo no puede ver. Con esto es posible apreciar y entender mejor la obra”, asegura Laurence Fontinoy, directora de Marketing de Google España.
Las 14 obras maestras del museo del Prado en mega alta resolución en Google Earth
 
 
martes 13 de enero de 2009
Toda la información del proyecto está recogida en www.google.es/prado. Para acceder a las imágenes basta con activar la capa 3D dentro de Google Earth, pinchar sobre el edificio del Prado y luego hacer clic sobre el cuadro que se quiera ver. Para más información sobre las obras maestras, incluida su correspondiente audioguía, se puede visitar la página del Museo del Prado, http://www.museodelprado.es
Obras del Museo del Prado en Google Earth
El criterio de selección de las pinturas representadas en Google Earth ha sido complejo dado el gran número de obras maestras que alberga el Prado. Para acotar el número de pinturas mostradas, la selección responde a la propuesta que hace el propio Museo, en doce idiomas, en la página de bienvenida de su web (http://www.museodelprado.es/es/bienvenido/) para planificar una visita de 1 hora de duración. Las catorce obras del Museo del Prado accesibles en imágenes gigapíxel a través de Google Earth son:.

Acerca de Google Inc.
Las tecnologías innovadoras de búsqueda de Google conectan a millones de personas alrededor del mundo con información, todos los días. Fundada en 1998 por Larry Page y Sergey Brin, en ese entonces estudiantes para el doctorado en la Universidad de Stanford. Google hoy día es una de las más importantes propiedades en la Web en todos los principales mercados globales. El programa de publicidad enfocada de Google les proporciona a las empresas de cualquier tamaño resultados medibles, al mismo tiempo que mejora la experiencia general de los usuarios de la Web. Google tiene su sede en Silicon Valley, con oficinas a lo largo y ancho de las Américas, Europa y Asia. Para obtener más información puede acceder a www.google.com
 
Clase :
Estamos ante un texto sacado del portal del museo del Prado que presenta un proyecto conducido en colaboración con la empresa Google consistente en poner en el programa Google Earth catorce obras maestras del Prado.
Sin embargo, este documento, si bien, como lo decíamos, se presenta como emanando del Prado, fue en realidad escrito por el servicio de prensa de Google y copiado, sin referencia de su fuente, por el servicio de prensa del Prado[1]. Cabe agregar que numerosos medios de comunicación (El País, ABC, El Mundo) retomaron parcial o totalmente el comunicado que comentamos sin mencionar tampoco su fuente[2].
En lo que sigue, vamos a analizar este documento para luego reflexionar sobre las implicaciones de su singular autoría. Por último, estableceremos una conexión con el texto de Jorge Luis Borges, Pierre Menard, autor del Quijote.
 
Resulta bastante claro que el comunicado ha sido concebido para facilitar su transposición como texto periodístico. Tenemos el clásico encabezamiento y, sobre todo, el empleo de la tercera persona : Google habla de Google en tercera persona, lo que crea la ilusión de la objetividad. Se trata de crear una instancia periodística virtual e innominada que busca informarse sobre el proyecto. Esta instancia periodística ficticia recabará información de Google y citará a sus directivos. La empresa aparece así no como el emisario del mensaje sino como el objeto de una investigación periodística natural con la cual ella tiene a bien colaborar con la transparencia y el entusiasmo que la caracterizan. De este modo, el periodista -o el medio de comunicación- poco escrupuloso que fingirá informar sobre el proyecto no tendrá más que inscribir su nombre al pie del comunicado de Google para transformarlo en artículo. De la misma perezosa manera ha procedido el museo del Prado.Y la instancia periodística ficticia y virtual se encarna en un periodista, en un medio de comunicación o en un servicio de museo con nombre propio y que tiene por vocación informar y no “comunicar”[3].
 
El documento consta, además de lo que se asemeja a un artículo periodístico, de algunas informaciones prácticas y de un párrafo descaradamente publicitario sobre Google. Vamos a comentar en primer lugar el texto que se asemeja a un artículo y a continuación los dos otros.
 
Este primer texto puede dividirse, además del encabezamiento, en dos partes. La primera efectúa una presentación del proyecto mientras que la segunda cita a personas de Google y del Prado que elogian la iniciativa.
 
Llama la atención en el encabezamiento la aparición de la expresión mega alta resolución que, en el mejor de los casos, es extremadamente confidencial pero que, con mayor probabilidad, fue inventada por el servicio de prensa de Google. No se definirá la expresión en el resto del texto, se deja al lector imaginar lo que pueda llegar a significar.
Su grandilocuencia y su vacuedad servirán para reforzar tautológicamente la impresión de exlusividad de la tecnología de Google (La exclusiva tecnología de Google Earth permite la navegación por estas imágenes (…)), única empresa capaz de proponer obras de arte en mega alta resolución, que no sabemos lo que es, pero que sólo Google puede proponer. En resumen, la mega alta resolución es a lo que se llega con la tecnología de Google y la tecnología de Google viene a ser lo que permite la mega alta resolución, más no sabremos. En todo caso, no se nos explica en qué una tecnología concebida para pasar de una foto satelitaria a otra nos permite examinar un cuadro. Pero lo que ha de quedar claro es que ser pionero en la utilización de Google Earth es ser pionero en el empleo de las nuevas tecnologías :
 
« Con esta iniciativa, el Museo del Prado ha querido ser pionero apostando por las posibilidades que brindan las nuevas tecnologías para la difusión y puesta en común del patrimonio artístico. »
 
Aun cuando otros museos utilicen las nuevas tecnologías, será el Prado quien sea pionero, pues sólo sus obras acceden a la dignidad de figurar en Google Earth. Se busca pues una identificación de Google Earth y de las nuevas tecnologías : estar en Google Earth es ser pionero en las nuevas tecnologías. Además, el hecho de ser pionero es en sí un mérito, más allá de que se obtenga o no una valorización del arte. Este enfoque se refleja en la líneas siguientes :
 
« De esta forma, los cuadros son una capa más del programa, como pueden ser las imágenes de cualquier calle o casa que aparece en Google Earth. »,
 
donde el entusiasmo del redactor ante la presencia de los cuadros en Google Earth le impide  ver la singular grosería que encierra el festejar el evento equiparando las obras maestras del Prado a una capa más del programa, o a cualquier calle o casa que aparece en Google Earth.
Estas líneas son interesantes también porque reflejan la verdadera coherencia del proyecto, que no reposa en la utilización pertinente de una tecnología sino en la concretización testaruda, machacona, recurrente del mensaje promocional de la empresa californiana. Los cuadros están en Google Earth no porque Google Earth sea una herramienta apropiada para estudiarlos, sino porque Google Earth pretende ser capaz de mostrar hasta los detalles más recónditos del universo y porque cada objeto tiene vocación a ser una capa más del programa. En realidad, la información que suministra Google Earth es a menudo incierta, inútil o intrascendente. Pero puede compensarse una herramienta de escaso interés con una poderosa inducción a pensar que lo posee : no importa que Google Earth no sirva para gran cosa si pensamos que sirve para mucho. Con frecuencia se ha señalado que en cuanto el ser humano dispone de una nueva tecnología la utiliza inevitablemente. En este caso nos podemos preguntar si es de eso de lo que se trata o si no estamos más bien ante la expansión de un mensaje publicitario hábil que reposa sobre la creación de la ilusión de una tecnología innovadora que, en realidad, no lo es.
 
La segunda parte del documento cita a dos personas de Google, el director general de Google España y su directora marketing, así como al director del museo del Prado que elogian la iniciativa y encarecen su interés para profundizar el conocimiento de las obras y democratizar el acceso a ellas.
De hecho, el desliz de equiparar Las Meninas a cualquier calle o casa puede llegar a concebirse si consideramos que la ventaja – la necesidad para existir- de estar en Google Earth compensa el que se haga del cuadro más famoso de la pintura española una capa más de un programa. Y una de estas ventajas parece ser la democratización del arte :
 
« Además, con este proyecto continuamos con nuestra labor de democratizar el acceso a la información y la cultura, en este caso acercando el Arte a todo el mundo, sin importar en qué lugar se encuentre. »,
 
declara el director de Google España. Ahora bien, la exclusividad otorgada por el Prado a Google implica que el visitante deberá aceptar las intrincadas nueve páginas de condiciones exigidas por Google a quien quiera descargar el programa Google Earth. Y reconocer, por ejemplo, la juridicción del tribunal de Santa Clara, California, Estados Unidos (artículo 16 b[4]) o, asimismo, comprometerse a declarar inocente e indemnizar a Google en caso de que surja cualquier reclamación (artículo 10)[5]. Así pues, la democratización de Google parece implicar por un lado una reducción del espacio público a través de la privatización y contracualización del acceso, hasta ahora libre, a las obras de arte del portal del Prado, y, por otro, una anexión a un orden jurídico extranjero de relaciones regidas hasta ahora por el derecho español.
La democratización del arte a la manera de Google, el hecho de que un cuadro sea una casa o una calle cualquiera, una capa más del programa, le permite a cualquiera pretender hablar de arte con conocimiento de causa y, sobre todo, al personal de Google. Así, Laurence Fontinoy, directora marketing de Google España afirma :
 
“El nivel de detalle de las imágenes, casi microscópico permite estudiar las diferentes técnicas utilizadas por los artistas, lo que el ojo no puede ver. Con esto es posible apreciar y entender mejor la obra”
 
Javier Rodríguez Zapatero, director general de Google España, podrá declarar :
 
« con la tecnología de Google Earth es posible disfrutar estas magníficas obras como nunca antes se había hecho, accediendo a detalles imposibles de apreciar en la contemplación directa ».
 
A priori, a nadie sensato se le ocurriría ir a solicitar la opinión de dos empleados de Google sobre las ventajas de la fotografía para profundizar el estudio de las diferentes técnicas utilizadas por los artistas o para disfrutar [las] obras como nunca antes se había hecho, salvo, por supuesto, al servicio de prensa de Google. Estas declaraciones tienen por objetivo hacer creer que hay en Google un interés genuino por el arte así como crear la ilusión de que sus empleados disponen de competencias en la materia. Se trata pues de una “democracia” en la que el detentor del medio de comunicación desplaza al especialista, silenciado, ninguneado, y se expresa en su lugar. Se da asimismo una apropiación del trabajo del especialista : el proceso de selección ha sido complejo, se nos da a entender que en él ha participado Google, para después precisar, sin miedo de la contradicción, que se trata de las obras que el propio museo propone para efectuar un recorrido de una hora en sus salas:
 
“El criterio de selección de las pinturas representadas en Google Earth ha sido complejo dado el gran número de obras maestras que alberga el Prado. Para acotar el número de pinturas mostradas, la selección responde a la propuesta que hace el propio Museo, en doce idiomas, en la página de bienvenida de su web (http://www.museodelprado.es/es/bienvenido/) para planificar una visita de 1 hora de duración.”
 
 
El documento incluye, como lo señalábamos más arriba, un párrafo publicitario de Google. Su presencia se comprende en un comunicado de dicha empresa, pero que se halle en un documento del Prado suscita la estupefacción. De hecho, este texto resume toda la problemática de la que hemos estado hablando hasta ahora : ¿Qué hace un texto de Google en el portal del Prado como si fuera del Prado? ¿Qué hace un texto de Google en la prensa española presentado como si fuera un artículo?
Sorprende el servilismo y la obsecuencia tanto del Prado como de la prensa española. ¿Hubiese habido un mayor respeto de la deontología si no se hubiese tratado de Google? ¿Pereza? ¿Fascinación por Google y las “nuevas tecnologías”?
 
En todo caso, sea cual sea la causa de esta multiplicación del comunicado de Google, lo que está claro es que se hace en detrimento de la recta información del ciudadano. Tenemos la impresión de encontrarnos en aquel cuento de Borges, Pierre Menard, autor del Quijote, en que se comparan dos versiones idénticas del Quijote, pero escritas por dos autores diferentes : su significado varía, por supuesto, ya que las condiciones de enunciación de un mensaje, en particular la identidad del emisor, determinan el sentido que el receptor atribuye al mensaje. La diferencia reside en que en el caso de Borges estamos ante una en principio imposible ficción literaria y, sobre todo, ante la busca del inocente y personal placer de multiplicar la felicidad de leer un libro. Mucha diferencia hay entre un lector lúdico que jocosamente hace proliferar sus lecturas y un ciudadano al que se engaña.
 
 
 
 
 
 
 
 
[1] Así nos lo confirmó por teléfono el servicio de prensa de Google
[2] En lo que se refiere a la prensa con la salvedad del párrafo publicitario que se menciona más abajo.
[3] Resulta obvio también que el significado del texto que vamos a comentar no será el mismo según que emane de Google, del Prado o de un periódico, aun cuando se trate de textos verbalmente idénticos : el sentido de un mensaje no depende únicamente de los signos lingüísticos que contiene sino también de su contexto y de la naturaleza de su emisor[3].
[4] b) Elección de jurisdicción y corte. Estos Términos y condiciones, así como la relación entre el usuario y Google, se regirán por las leyes del Estado de California, sin importar la posibilidad de discrepancia con respecto a otras leyes. El usuario y Google aceptan someterse a la jurisdicción personal exclusiva de las cortes del condado de Santa Clara, California (Estados Unidos).
[5] 10. INDEMNIZACIONES
El usuario acepta declarar inocente e indemnizar a Google y sus subsidiarias, afiliados, directivos, agentes y empleados, así como a los Terceros, sus subsidiarias, afiliados, directivos, agentes y empleados, en caso de que surja cualquier reclamación, demanda o acción legal provocada o relacionada de cualquier forma con el uso por parte del usuario del Software o de la infracción de estos Términos y condiciones por parte del usuario, incluida cualquier responsabilidad o gasto que surja de cualquier reclamación, pérdida, daño, demanda, juicio, costes procesales y de abogados de cualquier tipo y naturaleza. Si se da el caso, Google o los Terceros proveerán al usuario por escrito aviso de dichas reclamaciones, demandas o acciones.

Cabe observar que a pesar de la longitud de la lista no figura en ella el Museo del Prado

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